jueves, 24 de febrero de 2011

LOS DERECHOS HUMANOS

Son muchas las teorías que tratan de explicar el fundamento de los derechos humanos. Sin embargo, más allá de estas teorías, nosotros creemos que el fundamento de los derechos humanos radica en el concepto mismo de dignidad humana, tal como fuera afirmado durante la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena de 1993.

En consecuencia, cuando nos preguntamos donde radica el fundamento de los derechos humanos (esto es, el porque) debemos responder que en la dignidad humana, ya que no es posible hablar de ser humano sin dignidad, como tampoco es posible hablar de una vida digna sin libertad, igualdad, integridad, honor, etc. Entonces, los derechos humanos deben existir y ser reconocidos porque esta es la única manera de garantizarle al individuo una vida digna y, por tanto, su condición de ser humano.

Precisamente, de lo anterior se derivan muchas de las características que hoy se reconocen a los derechos humanos, como su carácter universal (pues la dignidad no puede ser patrimonio de solo una parte de ellos), como también su imprescriptibilidad (la dignidad no tiene plazos), su inalienabilidad (la dignidad no puede ser vendida ni cedida), su interdependencia y complementariedad (la dignidad humana no es divisible sino absoluta), su vigencia más allá de la norma positiva y su inviolabilidad (en tanto la dignidad no puede ser subordinada ni mediatizada por el Estado amparado en su seguridad).

De otro lado, cabría indicar que la noción de dignidad humana no siempre ha sido utilizada de la misma forma por todos los Estados, sino que más bien ha reflejado implícitamente una concepción social particular propia de cada régimen político, pues expresa "un particular modo de entender la naturaleza y los valores internos (morales) de la persona humana y sus relaciones (políticas) adecuadas con la sociedad.

En todo caso, existe consenso en señalar que la dignidad humana implica cuatro valores esenciales -libertad, igualdad, seguridad y solidaridad- que a su vez han de fundamentar los distintos derechos humanos.

La libertad es la «condición imprescindible para la acción que permite alcanzar a cada individuo los objetivos y fines morales que persiga y que son la expresión de la dignidad humana». Es así que la libertad es el referente central en donde se van a apoyar los otros valores -igualdad, seguridad y solidaridad-, en tanto que su importancia se deriva directamente de su conexión con los fines del hombre mismo.

La definición dada presenta tres diferentes alcances:

- Libertad psicológica o de elección. Es la libertad de escoger entre un universo de posibilidades. Esta libertad es innata al ser humano y, al igual que el lenguaje o la capacidad de abstraer y de construir conceptos generales, nos distingue de los demás animales.

- Libertad moral o autonomía moral. Es la libertad de elegir entre lo que es correcto o no.

- Libertad social, política y jurídica. Esta libertad, a su vez, tiene tres modalidades de aplicación:
- Libertad negativa. Esta acepción implica autonomía y es entendida como la facultad de indeterminación o ausencia de vínculos, presiones o coacciones externas. Esta libertad exige una abstención de parte del Estado.

- Libertad positiva. Es tener la facultad de poder llevar a cabo actividades o conductas diversas. En este caso, es necesario una participación activa por parte del Estado para que el individuo pueda disfrutarla.

- Libertad social o comunitaria. El hombre, como ser social, ejerce sus libertades teniendo como contexto a la sociedad, en base a sus relaciones interpersonales.